El estilo a través del tiempo; de la Marquesa de Llanzol a Melania Trump.

Decía Yves Saint Laurent con gran acierto que “la moda es pasajera, pero el estilo es eterno”.  Y es que el estilo no entiende de épocas, ni de clases sociales, ni siquiera se acoge a las tendencias. El estilo es intrínseco a la persona, a su carácter y a su forma de ser y, como claro ejemplo de ello, nuestras dos protagonistas de esta entrada en nuestro blog; Sonsoles de Icaza y de León, más conocida como la Marquesa Consorte de Llanzol y Melania Trump, Primera Dama y tercera esposa del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Dos mujeres de distinta época (la posguerra y la más radiante actualidad) que triunfan, que son admiradas en la alta clase social, que nos inspiran por su fortaleza y que, a priori, son muy distintas entre sí. Curiosamente, hemos sido conscientes de sus similitudes a través de una serie de televisión y de como ambas comparten un vínculo en torno a su estilo y a su posición social por saltar a la vida pública debido a la condición política de sus respectivas parejas.

El estilo es intrínseco a la persona, a su carácter y a su forma de ser y, como claro ejemplo de ello, nuestras dos protagonistas de esta entrada en nuestro blog.

Hace un tiempo se emitió en televisión “Lo que escondían sus ojos”, una mini serie que relata el amor secreto vivido entre el ministro franquista Ramón Serrano Suñer y la Marquesa consorte de Llanzol. Afortunadamente, y de nuevo gracias al cine y la televisión, podemos rememorar preciosos vestuarios de épocas pasadas y confirmar que las bases y esencia del estilo siguen vigentes por encima del paso del tiempo. El vestuario de la Marquesa de Llanzol es increíble y nos muestra a una mujer muy avanzada a su tiempo, admirada por su belleza, posición y riqueza; un claro icono del estilo de los años cuarenta en el que el maestro Balenciaga juega un papel fundamental y sienta unas bases que perdurarán hasta nuestros días. Además, el propio Balenciaga forma parte del círculo íntimo de la Marquesa quien pasa a ser, no solo su musa, sino también su amiga y apoyo cuando se ve superada por las circunstancias.

Para el rodaje se contó con un vestuario totalmente vintage que se integró en ese contexto social y político, contando incluso con varios originales del propio Balenciaga que ayudaron a Blanca Suárez a una representación lo más fidedigna posible de la Marquesa de Llanzol. Una mujer que proyectó su personalidad a través de su ropa y que sirvió como inspiración a Balenciaga. Ambos formaron un tándem que llevó a construir a una dama con luz propia que brilló en un contexto social cargado de prejuicios y apariencias y que, lejos de debilitarse, se fortificó con el paso de los años más si cabe.

pbGbWKQ

Afortunadamente, y de nuevo gracias al cine y la televisión, podemos rememorar preciosos vestuarios de épocas pasadas y confirmar que las bases y esencia del estilo siguen vigentes por encima del paso del tiempo.

Por su parte, Melania Trump es una exuberante exmodelo de origen esloveno que representa un cambio social y político muy diferenciado de la época a la que perteneció la Marquesa de Llanzol. Melania, desde bien pequeña, se interesó por la moda y soñó con ser diseñadora. Este sueño, lejos de convertirse en algo inalcanzable, fue el punto de referencia para iniciarse en el mundo de la moda como modelo. De súper modelo a Primera Dama, Melania ha madurado y su vestuario es menos revelador apostando principalmente por vestidos entallados y de un solo color.

Melania es correcta en su sus apariciones públicas y ha pasado de lucir sus voluptuosas curvas en las portadas de revistas y eventos de moda a acompañar a su marido luciendo abrigos de corte recto y sencillos vestidos minimalistas. Melania siempre afirmó que sería muy tradicional en su forma de vestir y ha redefinido su vestuario instalando un look clásico, elegante y glamuroso. Podemos observar claras referencias a la obra que un genial Balenciaga esculpió anteriormente sobre Sonsoles, por ejemplo, en la silueta ceñida propia de sus vestidos, las mangas largas, las carismáticas faldas de volantes, los trajes de chaqueta “oversize” o incluso los tonos monocromáticos tan característicos, como  son el blanco, el nude, el negro o el rojo. Eso sí, aderezado con la sencillez y definición propia del estilo que ambas aportan a aquello que llevan puesto.

Republican nominee Donald Trump's wife Melania Trump walks away after the second presidential debate at Washington University in St. Louis, Missouri on October 9, 2016. / AFP / POOL / RICK WILKING (Photo credit should read RICK WILKING/AFP/Getty Images)

De súper modelo a Primera Dama, Melania ha madurado y su vestuario es menos revelador apostando principalmente por vestidos entallados y de un solo color.

Es curioso como dos mujeres tan distintas pueden llegar a ser tan complementarias gracias a la moda. Dos mujeres icónicas que son el reflejo de la clase política a la que pertenecen y al cambio político que han representado. Sonsoles y Melania son la viva imagen de que el estilo a la hora de vestir está por encima del tiempo, de la personalidad frente a las tendencias y de la elegancia y pureza en contraste a la permisividad y vulgaridad de algunas prendas. Dos mujeres inspiradoras que hemos querido unir a través de este paralelismo entre la sociedad y las tendencias de los años cuarenta y las actuales para así rendirles nuestro particular homenaje.

yd0yxhfvn4hm_lo_que_escondian_cap1dam